Suenan las canciones que me han destruido. Con la mas amable de las reverencias las invito a pasar. En los coros escucho momentos compartidos que han sido derribados por terribles asedios, de la memoria y la moral me quedan pobres hilachas que con suerte remiendo aqui. Vaya yo a saber que pretendo, que clase de perdon busco.
Eso si, no te enteres, que ando perfilando la logica del pasado, tratando de repetir las culpas y faltas que por horribles que sean me dejan mas humano.
(Y con esto reniego de ser a futuro, revolviendo en el caldero la pocima de veranos pasados, tanteando el recuerdo como si pudiera convertirlo en un paisaje y no en una densa niebla y triste penumbra).
Triste marioneta, reniega pronto de lo que te ate. Busca las alas que no fueron desgracia ni temor, las que construiste para valorar tu arte y tu efigie. No temas las puertas sin abrir, teme el engranaje obtuso que construye tus dias, alli reposaras por toda la eternidad si no te permites escapar.