Es dificil definir como me siento respecto a tu presencia. Los familiares sonidos solo logran que piensen en una ausencia que no espero completar jamas, no les hecho la culpa, el condicionamiento de mis años es lo que produce mis dudas. Me planteo que me sucede, a mitad de camino entre el cariño y la melancolia, ambas poderosas cuchillas para el que ha sido despreciado. Inclusive ante la idea de saber que me consideren idiota, por la persistencia de mis ideas, o tal vez tildarme de blando, de no saber abandonar lo que muerto esta. Pero no, eso no es lo importante aqui. ¿Que mas podria importar que piensen de lo que soy y digo? Dentro de mi cuerpo vive uno solo, y alli recaudo mis mas peligrosas criticas, es la indesicion que me ha poblado tantas veces la que me da la fuerza para ser impulsivo cuando me lo pido pero no me salva del juicio propio. ¿Y si el alma me pidiera que te grite, aunque estes lejana en otros mundos? Probablemente lo haria.
Lamentablemente ya te he matado de tantas maneras que ya no me quedan lutos por vestir. Mas bien, reconozco el hambre que me ataca, es la necesidad de crear constantemente, y al fallar en esto, termino pensando en mis antiguos errores. Asocio tu presencia con el espiritu del arte, como si te ligara la sonrisa a los espectros de narraciones e imagenes invaluables. Cuan absurda sea esta mentira, siempre se me revela la mas razonable.
Pobre de mi, al leer esto, se que me hechare la culpa por dejarte ver cuan debil puedo ser.