Abrire tu tumba,
Libre de piedras,
Sere el riego de la lluvia
Y entre los altares de rotas flores
Amanecere dias y mares,
Asi y solo asi, nacera el mundo.
Abrire tu ojo izquierdo,
Que derrama eter,
Y alli no habra arcos,
Nada se celebrara,
En tu nombre sereno
Brillara mi deseo.
Abrire tu ojo derecho,
Que es vino, que es rojo,
En el invierno pronto,
Como hielo, desalmado,
Tu sombra ya no hablara,
Aqui bailara el sueño.
Abrire tu boca,
La del mar, herida,
Madre de serpientes,
Como una hoja que se mece
Rapida y absoluta,
Las palabras morderas.
Abrire tu vientre,
Cienaga de moribundos,
Debil carcaza,
Media forma del mundo
Sobre las aguas,
Tus hijos seran mis hijos.
Cuando las puertas
Que cierran caminos
Quiten su mentira,
Alli abatire mi yelmo,
Mi escudo tirare,
Y mostrare el rostro de las estaciones,
Alli, bribon,
Esconderan el mirlo y el cuervo
Sus vuelos,
Para que recuerden los hombres,
Las sombras que crecen
Mas alla de tus moradas
Entre los brazos y cortezas
De bosques,
Entre los cuerpos y piedras
De cerros,
Entre los cuencos y juergas
De mi hogar
Que me nombren,
Que me observen,
Que me den forma,
A lo informable,
Lo impronunciable,
Que sea lo que no es.
[Que griten en mis venas, que sean la tierra impasible
La primera, que es de dioses,
Y la segunda, que es de fantasmas,
Que brinden en mis venas, que sean el fuego impropio
El primero, que es de pecados,
Y el segundo, que es de nombres
Que maten en mis venas, que sean el agua infinita
La primera, que es la madre
Y la segunda, que es la tormenta
Que lloren en mis venas, que sean el viento interno
El primero, que es de camastros,
Y el segundo, que es de historias.]