Cuando te pregunten a altas horas de la noche, los ojos entreabiertos, el sonido aletargado de una cancion que no reconoces, que piensas de la vida, mejor calla.
El mundo no quiere saber del abismo que lo devora.
[Abyssus abyssum invocat in voce cataractarum tuarum; omnes gurgites tui et fluctus tui super me transierunt.]