Las palabras se amontonan, una atras de otras
Debiles prisioneras, van formando toda una muralla
De sin sentidos.
No reconocen en mi boca, la libertad, la eleccion,
Aqui vienen a perecer, traidas de quien sabe donde
De que olvido malsano, desperdigadas en mis años
Como fotografias de tal y tal verano.
El pobre y desmerecido orgullo de las cosas que creamos
Pronto nos abandona cuando comprendemos
Que poco somos, cuan poco hemos logrado.
Darle nombre a lo que ya existia? Proclamarle un sentido?
Todas las cosas tienen camino, todos los tiempos al unisono.
Cuando haya recorrido, las veredas, las plazas, los estantes
En aquel fortuito momento en que gane la desgana,
Que mi cuerpo, el tambien, amontonado y amurallado
Haya conseguido lo que vino a buscar
Esa sepultura de mil caras, el anonimato del que diran
Si lo que hemos hecho, solo merece un nombre,
Que palabras ellos tambien habran
Callado hasta matar.