Muerde la mano que la alimenta,
La roe con rabia
Hasta creeria, que la posee
La masturba desquiciadamente
Entre vueltas y papeles
Despabilada por numeros brillantes
Comas sobreactuadas
Y esos pocos nombres
Todo se le desarma
Sea la madre, el niño
O hasta las alas,
Cae sin miedo
Pero como quien no sabe,
Nada aclara,
Ella sabe como rasguñar
En que puntos atacar
Cuando se percata,
Inhala, rapido, bien adentro
Y gritando, fuerte fuerte,
Se encarama
En la muralla,
Ella cree resaltar,
Tiene colores de vida,
Pintada las mejillas
Pero triste la mirada,
Labios caidos
Que cuando buscan,
Encuentran mentira
Ella ha aprendido a odiar.