A tu gloria arida le sonrio,
Sus engaños me han hallado,
Empobrecido al confiarte
Las heridas que me destrozaran,
Temo sin templanzas,
A escondidas de tu sorna,
Mis palabras esquivas se escapan,
Hieren tu costado,
Tal como tu has mordido mi mano,
Jugamos los traidores,
A darnos caza,
Tu quieres colgarme,
Mientras que yo observo,
Sin medidas,
A que se canse tu cuerpo,
Y como buitre
Te devore.
En tu sorna se baten
La mentira y el prejuicio,
De ambos quito yo el lienzo
Y veo debajo, desnuda,
Sin pudores, sin promesas,
La mujer que me ha quebrado.