Estoy, oficialmente, cansado.
Probablemente tire este cuerpo a una zanja y me consiga un trabajo nuevo.
Pero es raro que me pase, ya ni recuerdo cuando abri los ojos. Me parece que no tenia nada que ver con mirarte a vos.
Te miro desde mi alfombra de barro y agua estancada, como un gusano desertor, me hundo en el subterraneo mundo de la miseria, bienvenido sea.
O eso espero.